Queridos diocesanos:
El pasado 22 de octubre hicimos
memoria litúrgica del Beato Juan Pablo II, que celebramos con solemnidad
gracias a la autorización que nos hizo el Prefecto de la Congregación para el
culto divino, Card. Cañizares. Los textos litúrgicos evocan algunas de las
características principales del pontificado del Papa Juan Pablo.
1.- La primera nos recordaba el
encargo que el Señor hizo al profeta Samuel: “me ungirás al que yo te diga”. Y
mandó a buscar al más pequeño de los hijos de Jesé: “levántate y úngele, porque
es éste”. Se trataba del futuro rey David.
Desde la perspectiva de la fe,
sabemos que la unción de David, así como la de los demás profetas y reyes de Israel,
también en la elección de los papas en la historia de la Iglesia , no se atiene a
criterios de apariencias humanas, sino a la profundidad de la mirada de Dios. Algo
así sucedió a la muerte de Juan Pablo I, en la elección del nuevo Papa. Era el 14 de
octubre de 1978. Ciento once cardenales del mundo entero, se congregaron en la Capilla Sextina
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