viernes, 26 de febrero de 2016

Un centenar de catequistas de Ávila se reúne con el Obispo, en el marco de la Visita Pastoral

En un ambiente familiar y cercano, los catequistas de las once parroquias de la capital recibieron este jueves por la tarde a Mons. Jesús García Burillo en los salones parroquiales de Santo Tomás. Se trataba de un encuentro común enmarcado en la visita pastoral que está realizando el Obispo al arciprestazgo Ciudad de Ávila. 100 catequistas (principalmente seglares), así como los once párrocos, recibieron al Pastor de la diócesis, quien estuvo acompañado por el Delegado y la Vicedelegada de Enseñanza y Catequesis (Abilio Blázquez e Isabel López, respectivamente).

García Burillo expresó su reconocimiento y gratitud por el servicio desinteresado que prestan los catequistas al servicio del acompañamiento en el camino de la fe. Y les animó fervientemente a seguir siendo anunciadores del mensaje de Cristo en la sociedad actual, continuando el mandato evangélico, y dando testimonio con su propia fe y ejemplo de vida.

El Obispo, además, pudo conocer de primera mano la situación de la catequesis en las parroquias de Ávila, y las inquietudes de los catequistas en su tarea cotidiana. Éstos le expusieron las dificultades que encuentran en su camino, como el ambiente social de secularización, que revierte en lo poco que se valora en ocasiones su tarea, y cómo se anteponen otras actividades extraescolares de los jóvenes a la propia catequesis. También la falta de implicación de los padres en el acompañamiento de sus hijos en la fe, la falta de atención de los propios jóvenes, o la necesidad de un cambio en el proceso catequético, que consideran “poco iniciático”.

Pese a todo ello, los catequistas transmitieron al Obispo que la percepción que tienen es que su tarea de acercar a los chicos a Dios, de alguna manera, es fecunda, y cómo les animan los pequeños detalles que observan en el proceso de crecimiento en la fe de los chicos: cuando ven que les gusta que les hablen de Dios, que formulan con espontaneidad pequeñas oraciones, que siguen con atención la Eucaristía, que comparten en catequesis las cosas de su vida, …

Por último, los catequistas plantearon al Obispo cuatro objetivos que se marcan para su tarea en el futuro: 
  • Intentar conseguir una mayor implicación de los padres en el proceso de formación de los chicos, así como introducirlos en la participación de la Eucaristía dominical.
  • Intentar una catequesis que inicie en la fe, grupal y de acompañamiento personal, que parta de la vida de los niños y de su situación concreta. Es decir, un modelo de proceso catecumenal se parta de la situación personal para hacer una propuesta de conversión.
  • Estudiar las propuestas a los chicos de postcomunión y postconfirmación
  • Intentar mantener la unidad del proceso en todas las parroquias, con una mejor coordinación con las propuestas que se hacen desde la diócesis.


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